1.- Olvídate de esas dietas relámpago, drásticas, hipocalóricas repotenciadas con pastillas de dudosa procedencia… Puedes pasar de ser una “rellenita sana a ser una flaquita enferma”…
2.- Métete en la cabeza que así como no engordaste de la noche a la mañana, tampoco rebajarás en un chasquido de dedos…
3.- Trata de vivir sanamente, recupera tu vitalidad, tus niveles de energía y por añadidura tus medidas de hace algunas años.
4.- Evita pasar hambre y no renuncies drásticamente a todos tus antojos, si evitas completamente ese heladito que te anda tentando, terminarás comiéndote hasta el envase…
5.- Toma conciencia de los beneficios de bajar de peso, tales como la reducción de tus niveles de colesterol, la disminución de riesgos de sufrir enfermedades y, por supuesto, siéntete bella y sana de adentro hacia afuera…
6.- Haz público tu compromiso de peder peso, de esta forma las personas que te rodean evitarán llenarte de tentaciones y colaborarán para que tu estilo de vida sea más sano.
7.- Imagina una versión tuya más ligera, cómprate ropa de media talla menos (no para estar vestida como una hallaquita), sino para asumir el compromiso de usar esa nueva talla.
8.- Duerme ocho horas. Cuando tenemos un sueño completo y reparador segregamos melatonina y hormona de crecimiento que favorecen la pérdida de peso.
9.- Evita las dietas restrictivas, inclínate por una alimentación balanceada que incluya frutas y verduras, legumbres, aceite de oliva, pastas y pescados. Reduce el consumo de carnes rojas, frituras y azúcares refinados.
10.- Por último, pero no menos importante… Aprende a quererte como eres… NO TODO EL MUNDO NACIÓ PARA SER FLACO… Las curvas tienen su gracia y definifivamente ¡hay para todos los gustos!
No lo olvides, ¡¡¡SE TE NOTA LO QUE COMES!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario