Muchas madres y abuelas, piensan que mientras más alimenten a sus hijos ,
más cuido y amor le están dando…
Sin embargo evidencias medicas señalan, que un niño sobre alimentado , no necesariamente
es un niño más sano o mejor nutrido.
La
obesidad no es un solo un “problema” con
consecuencias estéticas, es una enfermedad multifactorial, cada vez más
instaurada en la población infantil, que tiene repercusiones a nivel metabólico, ortopédico , cardiovascular y psicológico.
Entrevisté a la Doctora Livia Machado, Pediatra
especialista en nutrición infantil quien nos explica que, debido a las
crecientes cifras de obesidad infantil, los
niños están siendo “ blanco ”de enfermedades de adultos como la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes tipo II.
Sin embargo , podemos mover la “balanza” a nuestro
favor mediante la prevención desde la etapa perinatal, evitando el
incremento excesivo de peso durante el embarazo y haciendo modificaciones
saludables en nuestro estilo de vida…
MARIAN RIEBER:
Muchas madres muestran con
orgullo a sus hijos rollizos y macizos…afirman que “ no son niños gordos sino
fuertes”…
¿Cómo definir objetivamente
que un niño es obeso?
LIVIA MACHADO:
El
pediatra y la madre deben estar atentos a los cambios de peso que el niño presenta
durante su crecimiento. Debe considerarse que un niño es obeso cuando tiene más
de un 30% del peso ideal para su talla. Cuando realizamos el diagnostico de un
niño obeso, estamos en presencia de un diagnostico tardío y de mas difícil
corrección. EL pediatra debe monitorizar la velocidad de incremento de peso y
hacer las correcciones de alimentación y sobre todo sugerir el incremento de la
actividad física, recreativa o deportiva en la rutina familiar
Cuando ya se tiene el diagnostico de obesidad, lo recomendable es referir al niño a un especialista en nutrición, para iniciar un plan individualizado de corrección
progresiva del sobrepeso.
El objetivo de
este “plan de entrenamiento alimentario” está orientado a enseñar al niño a comer cantidades razonables y acordes a su
edad, a aprender a incluír frutas y
vegetales, a disminuir el consumo de grasas saturadas y trans, a moderar el consumo de carbohidratos
refinados, a identificar los alimentos más y menos saludables y a difundir y propagar ese conocimiento al resto del grupo familiar.
MARIAN RIEBER:
Muchos hábitos alimentarios
tienden a ser imitados…
¿Cómo pueden los padres
contribuir a forjar correctos hábitos alimentarios en los niños?
LIVIA MACHADO:
Toda la familia debe comer el
mismo menú. Los problemas comienzan cuando los padres obligan a sus niños a comer frutas y vegetales, mientras ellos
comen frituras y snacks.
El ejemplo empieza por casa,
lo que es bueno paro los niños, es bueno para los padres y viceversa…
Por otra parte , encuestas
realizadas en grupo poblacionales demuestran que la adquisición de buenos
hábitos como cenar en familia y comer comida “casera” en vez de comidas de
restaurantes, disminuye la incidencia de obesidad y enfermedad cardiovascular.
.
¿Cómo
erradicar la obesidad desde la infancia??
·
Es preferible no dar
al niño dinero para comprar comida chatarra en el
colegio y asegurarnos que va a comer completo y balanceado en casa.
·
Es importante que el grupo familiar identifique
la obesidad como una enfermedad de alto riesgo y comience su prevención
inclusive desde la etapa perinatal, evitando el incremento excesivo de peso
durante el embarazo.
·
Si se identifica en el grupo familiar una
tendencia al sobrepeso y enfermedades cardiovasculares se deben entonces evitar
LOS EXCESOS en el consumo de alimentos e
incrementar la actividad física desde
temprana edad, medidas que sin duda alguna, logran modificar la composición corporal y revertir el
riesgo.
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Los padres debemos
dar el ejempo!!!!
v Prepare los alimentos asados, horneados, al
vapor, guisados, a la parrilla, sudados o a la plancha. Nunca fritos.
v Evite combinar grasas con harina en preparaciones
rebosadas/
v Evite el uso de alimentos azucarados
y ricos en carbohidratos simples como
los caramelos, dulces de pastelería, galletas con
crema, chucherías, etc..
v Aumente el consumo de alimentos crudos: frutas
o vegetales, como mínimo 3 veces al día
v Aumente el consumo de fibra vegetal: granos,
cereales integrales, hortalizas y frutas según las recomendaciones
v Restrinja el consumo excesivo de sal y
alimentos ricos en sodio: enlatados, embutidos, cubitos, adobos, salsas
preparadas, ahumados.
v Utilice aceite vegetal en pequeñas cantidades: maíz,
oliva, soya, canola, girasol
v Utilice alimentos lácteos preferiblemente
descremados, sin azúcar
v Prefiera el consumo de carnes blancas. Pollo
sin piel, pescado.
v Evite el consumo de jugos azucarados y bebidas gaseosas
v Ingiera entre 4 – 6 vasos de agua al día,
además de las bebidas con las comidas
Dra Livia Machado de
Ponte, Pediatra Nutrologo Infantil. Profesora del Postgrado de Pediatria UCV y
Profesora del Postgrado de Nutricion clinica Telef: 212-9854041e mail:
nutriconsult@hotmail.com
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